Reforma parcial y estilismo de una vivienda de 150m2 en el centro de Madrid.

La vivienda partía ya de materiales nobles como un suelo de madera de nogal barnizado mate, una chimenea existente de mármol o contraventanas de madera pintadas en blanco. 

La clienta necesitaba un lavado de cara de la vivienda y una propuesta de mobiliario e iluminación que sacasen valor a la arquitectura de la misma.

Donde más se incidió fue en el salón, enfatizando la chimenea existente con dos estanterías a medida a cada lado con espejo envejecido de fondo y molduras en paredes y techos que engrandeciesen esta estancia.

Además se pintó toda la vivienda en color blanco para ganar mayor luminosidad excepto la pared del comedor en color verde para que diese un contraste al espacio.

La zona de estar y almacén de entrada se paneló para integrar la puerta y hacer todo de un espacio más ordenado y cálido.

Se añadieron cortinas y estores en todas las ventanas y se compró parte de mobiliario nuevo para terminar de decorar toda la casa.