Reforma integral de una vivienda de 83m2 que partía de una distribución convencional con dos habitaciones y, una cocina y aseo principal, situado en el fondo de la casa.

Se ha transformado por completo, dejando sólo un dormitorio con baño integrado en la parte más silenciosa, con dos ventanas a ambos patios del edificio y ampliando la zona pública, hall, salón y cocina ( 68m2 aproximadamente), hacia la fachada principal con tres balcones permitiendo la máxima entrada de luz natural e integrando la cocina como punto central de la distribución.

La isla, como foco del espacio, se ha diseñado a medida, integrando las cajoneras de dm y revistiendolas de chapa de hierro natural pulida y barnizada. La encimera de acero inoxidable hace que toda ella parezca una única pieza, como la mesa de trabajo de cualquier taller u oficio tradicional.

Se dejaron vistos elementos estructurales como las vigas de madera o paredes de ladrillo pintándolos en blanco para fomentar esa idea de amplitud y claridad interior.