Reforma integral de una vivienda de 90 m2. El principal requerimiento era  ganar amplitud en el salón/comedor por lo que se ha propuesto abrir la cocina a esta zona a través de una gran ventana con una encimera que sobrevuela en forma de barra con taburetes hacia el comedor. El tabique del hall se ha demolido también y se ha sustituido por una una estantería a medida que sirve de filtro entre los dos espacios.

Los muebles y azulejos de cocina se han mantenido sustituyendo la encimera por mármol de carrara apomazado y, para aportar más calidez, se han añadido muebles a medida de contrachapado y enea como el mueble de alacena o la mesa/balda abatible de roble macizo.

La estantería de la entrada también se ha hecho a medida con una parte inferior opaca a modo de zapatero y, baldas de chapa con topes de cuerda y latón para proteger los objetos.El baño secundario se modificó por completo, redistribuyendo el espacio y utilizando materiales  como el microcemento en el suelo o paredes de alicatado blanco esmaltado colocados en vertical haciendo del espacio más oscuro de la casa, un lugar acogedor para el cuidado personal.

Las dos habitaciones secundarias se han unido a través de una gran puerta corredera de techo a suelo integrada en la tabiquería que permite hacer de ellas una gran habitación de juegos.

Por ultimo, se ha hecho una selección en la decoración y mobiliario combinándolos con los elementos ya existentes.